CAPAIMONA
El despoblado morisco de Capaimona, es uno de los parajes más
solitarios de la montaña de Alicante. Enclavado entre la vall d’Alcalá y la
sierra de Alfaro, no muy lejos del barranc de Malafí, junto al viejo camino que
comunicaba Alcalá de la Jovada con la vall del Seta,
aparece el despoblado rodeado de encinas.
Trece familias, según el censo de Boronat, habitaban el
poblado en 1602, siete años antes de la expulsión. Trece familias que, al igual
que en el resto de los despoblados cercanos, Queirola, Atzuvieta, La Roca,
Costurera, Beniasmet o los corrales de Salema, sobrevivían practicando sus
costumbres y a escondidas también, su religión. El fracaso de la integración
les condujo a la expulsión,
Capaimona, o Ca Maimona, es uno de esos lugares que a su paso, no te deja indiferente.
La austeridad marcó una serie de penurias que tuvieron su
continuidad en los colonos mallorquines que, cien años después, ocuparon estos
valles. Pero ellos, los recién llegados, no fueron capaces de vivir, ni de
lejos, en las mismas condiciones que sus predecesores moriscos. Ocuparon los
pueblos mejor comunicados y la gran mayoría de las alquerías quedaron
definitivamente abandonadas. Sus casas fueron utilizadas como corrales de
ganado, y así han llegado a nuestros días.
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